Durante la época electoral, la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair ha sido objeto de ataques infundados que la señalan como responsable de la erosión regresiva que afecta al río Coca y que provocó la desaparición de la Cascada de San Rafael. Sin embargo, estudios técnicos sostienen que este fenómeno está vinculado a condiciones geológicas y naturales de la región, y no a la ubicación o funcionamiento de la central.
Así lo afirma Cristian Laverde, doctor en energía y docente de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo, quien explica que la erosión regresiva es un fenómeno único en el mundo, sin precedentes en ninguna otra parte del planeta.
“Acusar directamente a la central de causar la erosión regresiva del río Coca no tiene ningún fundamento técnico ni científico”, señaló en una entrevista publicada en Renewable Energy Constructions.
Laverde sustenta su afirmación en las conclusiones del octavo Congreso de Ingeniería Eléctrica y Energías Renovables, organizado por la ESPOL. En este evento, especialistas de la Unidad Ejecutora Río Coca presentaron cálculos y proyecciones realizadas junto con geólogos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos.
“Ellos determinaron que la central está bien ubicada, que genera la potencia prevista en su diseño y que la erosión regresiva es un fenómeno natural que habría ocurrido con o sin Coca Codo Sinclair”, enfatizó el experto.
Coca Codo Sinclair clave para la estabilidad energética
Laverde subrayó la importancia de la central hidroeléctrica, especialmente en el contexto de la actual crisis energética. “Sin Coca Codo tendríamos apagones de hasta nueve horas, porque es fundamental para la generación eléctrica del país”, advirtió.
El especialista alertó que una eventual salida de operación de la hidroeléctrica paralizaría al país. Por ello, instó a las entidades estatales a transparentar las acciones de protección en la zona de captación, entre ellas la construcción de un dique permeable, una obra prometida por el actual gobierno.
“La erosión hace urgente la implementación del dique permeable para garantizar la operatividad de la central y prevenir daños en infraestructuras críticas, como el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), dos activos estratégicos para el Estado ecuatoriano”, concluyó.